El jugador del Atlético de Madrid, Cristian Ansaldi, fue detenido ayer por la Policía Municipal tras mantener un rifirrafe con un agente durante una identificación. El rojiblanco, de malas formas llegó a insultar a los agentes. Cerró la puerta de su coche para marcharse y pilló la mano de un agente, lo que motivó su detención.
El futbolista argentino acabó en la comisaría de Arganzuela acompañado por el gerente del club, Clemente Villaverde, quien trató de mediar en defensa del jugador para evitar que pasase la noche allí. A la espera del atestado definitivo abandonó la misma cerca de una de la madrugada.
El hecho de que las autoridades tuvieran que actuar en los aledaños del Vicente Calderón motivará que la Comisión Antiviolencia estudie el incidente y proponga sus propias sanciones, ajenas al proceso que siga la posible denuncia administrativa. Si lo consideran como una agresión a un agente de la seguridad en un recinto deportivo, Antiviolencia lo catalogaría de muy grave. Tiene dispuestas sanciones que van desde los 18.000 a los 90.000 euros e incluso a sanciones de hasta 6 meses de inhabilitación.
