La presencia de furgones policiales y bomberos el pasado 19 de enero en los alrededores del Centro Social La Traba hacían previsible un desalojo del inmueble, ubicado en la calle Batalla de Belchite 17. El motivo era distinto, impedir la celebración esa misma tarde del ‘Irreductibles Fest’, un concierto en el que participaban varias bandas de música en apoyo a los detenidos en la huelga general del 14N. Previamente, la Policía había impedido que la Sala ‘Rock Kitchen’ acogiera el evento y la La Traba cedió sus instalaciones.
A las 18:00, unos 15 furgones llegaron al Centro Social con una orden judicial de inspección. Tras negociar con los organizadores del festival, una delegación de policías, bomberos y secretarios judiciales valoraron las condiciones de las instalaciones. Los bomberos alegaron que el inmueble estaba "mejor de lo que nos esperábamos" y por el contrario la decisión policial fue su cancelación.
El desalojo se produjo sin altercados y en torno a las 21:00 se retiró el dispositivo policial.
“Miedo feroz” de la concejala
Izquierda Unida de Arganzuela ha manifestado su “condena y repulsa” por la cancelación de este concierto. En este sentido, la formación ha intentado presentar una Declaración Institucional en el Pleno de distrito que se celebra hoy a las 14:30. En el escrito, “condenamos la actuación policial de ese día y buscamos una solución que satisfaga las demandas sociales del distrito”, según Pedro Antonio Higuera, portavoz de IU en Arganzuela. La Declaración no fue admitida porque, según Higuera, “la concejala presidenta de Arganzuela, Carmen Rodríguez, tiene un miedo feroz a que se traten las cuestiones sociales en el distrito”.
A día de hoy, el Centro Social La Traba continua con sus actividades que lleva desarrollando en el distrito desde hace cinco años, pese a que el propietario ha iniciado un proceso por lo civil, apoyándose en la Ley Hipotecaria.