Se ha cerrado ya el cartel del Tomavistas, un festival distinto, hecho de otra manera, con mucho de artesano y orfebrería, con sentido del humor; ya saben el lema: “El hábitat natural para los animales de ciudad”. Pues sí, y a mucha honra.
Realmente han logrado cuajar un encuadre diferente en busca siempre de esa intensidad de los pequeños momentos a golpe de música. Al final, 43 bandas alternándose en dos escenarios, con el meticuloso equilibrio de 10 internacionales y 10 locales y donde en casi la mitad de las bandas hay una importante presencia femenina. Otro detalle es la cantidad de grupos que presentarán nuevo trabajo en esta edición. Y se repite ubicación con ese pulmón que es el Parque Tierno Galván, cerca del Planetario y bautizado así en honor al alcalde la Movida.
Comienza el festival el viernes 19 de mayo, con la primavera ya en plena eclosión y las chicas con los ombligos en flor, que diría Umbral. De cabecera de cartel saldrán los electrónicos Goldfrapp, siempre elegantes y presentando su Silver Eye, donde destacan esos medios tiempos oscuros cargados de paganías y cierto hedonismo. Lori Meyers, presentando En la espiral, llamado así por las mil vueltas dadas a los temas hasta llegar a le versión definitiva. Hercules & Love Affair, el proyecto bailongo del DJ Andy Butler desde los nuevayorkes. Y de ahí, un poquito de rap con C.Tangana, que parece haber trascendido dentro de un estilo no mediático, no sin polémicas, con tres sold out seguidos en la Caracol; y habiendo colaborado, ojo, con Rosalía, esa sierra eléctrica del flamenco. The Big Moon, un cuarteto londinense de rock templado. Los Nastys, cachondos y frescos con su garageo espontáneo. Svper son ese dúo que encaja a la perfección en el Tomavistas: utilizando todos esos maravillosos cacharros que son los sintetizadores analógicos y las grabadoras a cinta consiguiendo un sonido plenamente orgánico, con texturas setenteras y no fácilmente clasificable. Los franceses Aquaserge son una de esas joyas que se esconden a mitad de día y que no se pueden perder con ese pie en la psicodelia y ese otro pie escurridizo que me recuerda, aunque más pop, a cuando McLaughlin se puso estupendo con la Mahavishnu Orchestra. Continuará la cosa en la onda psicodélica pero con cien orejas puestas en el flamenco de los Quentin Gas & Los Zíngaros para pasar a los Schwarz, murcianos de nombre alemán, que continúan en la onda lisérgica de los dos anteriores pero con un punto más industrial y la pura autenticidad en las manos. Holy Bouncer es, quizá, la opción más clásica del día con ese sonido hippie y rockanrolero comeflores que ha mamado de toda la retahíla de clásicos: The Doors, The Rolling Stones… Los Bengala descargarán –nunca mejor dicho- sus trallazos descarados y por último quien casi seguro dará pistoletazo de inicio al Tomavistas: White Bats, post-punk oscuro y con actitud a los que resultará raro ver con la luz de mayo clavada en las frentes. [Continuará…]