La Policía Nacional ha detenido a nueve personas, cuatro de ellas trabajadores del aeropuerto de Madrid-Barajas, acusados de tráfico de estupefacientes. Los empleados aprovechaban su libertad de acceso a los equipajes para introducir la cocaína en España. Según las investigaciones de los agentes del Grupo de Estupefacientes del aeropuerto, los trabajadores preparaban la droga en maletas en los países de origen y la metían en el avión, unas veces facturada y otras sin poner ni nombre ni destino. Después informaban del envío a sus contactos en el aeropuerto y les facilitaban los datos que les sirvieran para identificar con facilidad la maleta. Una vez localizada en el avión, los trabajadores encargados de recogerla la desviaban del tránsito habitual de equipajes y la trataban como extraviada, para almacenarla en las oficinas.