Alejar de las pistas de vuelo a palomas y otros pájaros. Esa es la misión que un grupo de 38 aves rapaces desempeña para controlar el buen transcurrir de unas 1.400 operaciones diarias de despegues y aterrizajes en el aeropuerto de Barajas. “Es el mejor método para ahuyentar a las palomas que podrían impactar contra los aviones. Las aves se acostumbran a todos los demás métodos”, dicen desde Barajas.