Los agentes los encontraron en una cesta de mimbre sobre el mostrador de una zona de pasajeros, en Salidas del Aeropuerto de Madrid, sin que ninguna persona se hiciese cargo o estuviese relacionada con el hecho.
Estos animales son una especie autóctona que tiene una total protección a nivel nacional y su tenencia está prohibida, por lo que posiblemente ante la imposibilidad de sacarlos del país, como consecuencia de los controles del aeropuerto, el dueño decidió abandonarlos.
Como no presentaban un óptimo estado, los agentes los trasladaron de inmediato al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) donde el personal veterinario realizó una primera valoración. Debido a sus condiciones, pasarán por un proceso de recuperación, y adecuación de sus condiciones físicas, y posteriormente serán reintroducidos en su medio ambiente natural.