En la casa convivían un total de 11 trabajadores, todos de nacionalidad china, hacinados en pequeñas habitaciones y en condiciones insalubres.
El pasado 5 de marzo se llevó a cabo el desmantelamiento de este taller textil clandestino. Una acción realizada por varios agentes de la Policía Nacional, que contaron con la colaboración de la Inspección de Trabajo de Madrid.
La investigación comenzó a raíz de unas informaciones relacionadas con la presunta contratación de trabajadores de origen asiático que se encontraban en situación irregular en territorio nacional. Esta actividad se estaba llevando a cabo en un taller textil ubicado en el distrito, y regentado por un empresario español.
Durante la investigación, los agentes pudieron comprobar que en el domicilio trabajaban ciudadanos de nacionalidad china, que se dedicaban a confeccionar todo tipo de ropa para diferentes firmas comerciales.
Durante el tiempo que duró la investigación, los agentes pudieron observar que la actividad textil se desarrollaba en la planta baja del piso. Verificaron que los trabajadores nunca abandonaban el local. Incluso pudieron ver cómo varias personas introducían grandes cantidades de comida a la casa, un dato que confirmaba la posibilidad de que el domicilio fuera en realidad una taller clandestino.
Cuando los agentes entraron al inmueble, se encontraron en la planta baja con un todo tipo de instrumentos para coser y planchar ropa. Tenían 28 máquinas de coser, hilar y embotonar, y dos centros de planchado. En la primera planta se hallaba el comedor, en condiciones insalubres, y los dormitorios de los trabajadores. Pequeñas habitaciones en las que los 11 trabajadores, que después fueron identificados por los agentes, vivían hacinados en literas y habitáculos prefabricados.
En la casa vivían además los propietarios del domicilio, de tal forma que los trabajadores estaban mucho más controlados.
De los 11 trabajadores, tres de ellos se encontraban en situación irregular, sin permiso para residir ni trabajar en España.
Investigaciones posteriores han de-mostrado que desde el año 2000 figuraban empadronados en ese domicilio 80 personas.
