El pasado 9 de abril de 2006 el Parque Lineal de Carabanchel Alto fue bautizado por los vecinos de la zona y por la escritora Elvira Lindo con el nombre de Manolito Gafotas. “Previamente, con fecha 31 de mayo de 2006, la asociación de vecinos de esta zona había presentado una solicitud en la Junta Municipal para que se adoptara ese nombre por considerar que ese personaje representa claramente a este distrito”, explicaba Concepción Denche, concejala del Grupo Municipal de IU en el Pleno del Ayuntamiento del 21 de diciembre. Y es que hasta allí tuvo que debatirse el tema, ya que en el Pleno de octubre el concejal de Carabanchel, Carlos Izquierdo, propuso que ese parque cambiará de nombre y se llamara Caballerizas de Carabanchel Alto. “Está claro que el concejal nos ha querido hacer la guerra con este tema”, asegura Jesús, miembro de la asociación de vecinos. “Sin contar con nosotros, sin avisarnos y sin el apoyo de la oposición en un Pleno se decidió el cambio de nombre”. “Para nosotros ese nombre siginifica mucho porque se trata de un personaje infantil que pertece al barrio y que es muy entrañable”, aclara.
Un parque por y para los vecinos
Además, los vecinos aseguran que se trata de un parque “al que el Ayuntamiento no atiende. Somos nostros los que replantamos árboles, los que lo mantenemos”. Y afirman que está ahí porque es necesario: “evita la contaminación de la M-40 y separa esta autopista de los pisos del PAU de Carabanchel, así que tiene que estar ahí por ley”.
Los vecinos creen que darle este nombre a uno de los parques de su distrito “salda una deuda” con el personaje que ha dado a conocer Carabanchel por “todo el mundo”.
Elvira Lindo, la madrina
Por su parte la escritora del famoso libro que finalmente dará para siempre nombre al parque, Elvira Lindo, también ha mostrado “emocionada” y manifestó que “es una alegría pensar que los niños dirán: ¡vamos al parque de Manolito Gafotas!”. Lindo dijo sentirse “feliz” por esta circunstancia e indicó que se alegra por los vecinos, “que han peleado por conseguir el nombre que querían. Se trata de uno de esos regalos inesperados que otorga su profesión”. Jesús reconoce el interés de la escritora “es una persona que vive en Nueva York y ha mostrado siempre un gran interés por este parque. Vino encantada a la inauguración y estoy convencido de que ella también ha movido sus hilos para que ese nombre no se cambiase”, explica.
