Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso o estafador. Todo es igual, si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición da lo mismo sea sota, rey de bastos, caradura o polizón. Qué falta de respeto que atropello a la razón, hoy los inmorales nos han igualado, siéntate a un lado que a nadie importa si naciste honrado. Esto es la justicia en España, un cambalache, un revuelto de merengue de inquisición, mezclado con censura, envidias, todo aliñado con vinagre falangista y ya tenemos el guiso preparado para servir en la mesa de los gurtel y demás comensales. A ver ahora quien se atreve a abrir el pico y arriesgarse a querer investigar alguna tropelía.
