El Sr. Rodríguez, Presidente del Gobierno, no quiere adelantar las elecciones, y no se sabe muy bien si es por que se huele lo peor o por que abriga alguna esperanza de que pueda ser olvidada su desastrosa gestión en la cosa pública. Lo cierto es que sus "amigos" los del tiro en la nuca, le han salido rana, como era de esperar, y ahora el tiro lo dirigen hacia su poltrona por accidente devenida y, lo que es peor, hacia todo lo que en España signifique decencia y patriotismo. En todo caso, sea en octubre 2007 o en marzo 2008, las posibilidades ciertas de reelección para el citado señor son tan escasas, vista su andadura a través de tres años de descomunal desgobierno, que sería prodigio que tal individuo pudiera sobrevivir más allá de esas fechas a su condición de político en mal hora elegido y que sólo le resta el dudoso honor, ya irremediable, de ser recordado como el presidente mas impresentable de la historia de nuestra reciente democracia. Y acaso, entre sus desaciertos, habría que contar también con el desprestigio en que ha sumido a una respetable organización política que hasta su llegada gozaba de consideración y respeto para una gran mayoría de españoles.
