Madrid, 19 de mayo de 2009
Dos castellanos inquietos
recorrieron el mundo
transmitiendo sus creencias
y fuera tan bonito su forma de predicar
que en castilla la vieja
nunca los olvidarán.
San Juan nació en Fontiveros
provincia de "Ávila"
y en la plaza su estatua
siempre perdurará.
Como hijo predilecto
de este pueblo que le vio nacer
y siempre le recordará.
Teresa de Jesús nació en Ávila
navegó por tierra y mar
y ya cansada a Salamanca
fue a reposar.
A los abulenses nos duele
que los salmantinos
nos digan que allí se quiso quedar
pero se encontraba tan cansada
que sus "alpargatas" ya no dieron
para más.
Fuera cual fuese su forma de pensar
Ávila y Salamanca
la llevan en un altar.
Y si se pelean, es por el cariño inmenso
que los fieles de las dos provincias
quisieron su potestad.
Ávila condescendiente
prefiere que descanse en paz.
Historias reales y antiguas
que, en nuestros recuerdos
siempre perdurarán
y los abulenses se lo contamos a los nietos.
Y en el taller de memoria
cada uno cuenta una historia
de su tierra la que les vio nacer,
para que siempre estén en el recuerdo
de los que vendrán detrás;
y pedimos que lo vayan transmitiendo
de generación en generación
y que no quede en el olvido
porque para los abuelos
será un honor el que queden
sus recuerdos cuando den
el último adiós.
María Sánchez
