Vivir en el centro de Madrid tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. De positivo tiene el hecho de que, sin apenas moverse de casa, los residentes tienen la gran oferta cultural y social que propone la ciudad a pie de calle. Como aspecto negativo, además de los ruidos y las molestias nocturnas, los vecinos se quejan de la carencia de muchos equipamientos municipales básicos. No hay polideportivos y apenas existen zonas verdes, ni pistas deportivas elementales. La oferta turística del distrito de Centro es inmejorable para los que vienen de fuera, pero parece olvidarse de la vida diaria de miles de madrileños. Por todo ello, el Ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar una modificación de las Normas Urbanísticas para flexibilizar las condiciones de ampliación y mejoras de dotaciones públicas en el centro de la ciudad. Numerosas parcelas serán recalificadas en beneficio público.