(EFE). El Teatro de la Zarzuela es en la actualidad una unidad de producción del Inaem, que dirige Montserrat Iglesias, y el proyecto supone la fusión con el Real y la constitución del Teatro Nacional de Ópera y Zarzuela, que acogerá a los dos bajo una sola dirección. Según CSIF, la fusión, ante la que se reservan «acciones jurídicas», es una «privatización camuflada» del Teatro de la Zarzuela, cuya plantilla, a partir de estos momentos, queda «desprotegida, de manera unilateral, pese a que sus trabajadores accedieron a su plaza a través del proceso selectivo que corresponde a las Administraciones Públicas».
En su opinión, peligra la defensa de la cultura con carácter público y la Zarzuela como bien de interés protegido y único en el mundo; supondrá la precariedad laboral para los trabajadores del INAEM y de la plantilla de la Fundación Teatro Real y a medio plazo peligrará su estabilidad laboral, además del riesgo de «extinción» del INAEM. El comité de huelga, «que no ha sido convocado a la reunión», señala en su nota que en el encuentro con el subsecretario «no se ha entregado ningún documento ni ha habido posibilidad de negociación».
Ante la «aprobación irremisible» del Real Decreto, los trabajadores han convocado una asamblea la tarde de hoy viernes en el Teatro de la Zarzuela. Cultura y la Fundación del Teatro Real llevan siete meses estableciendo el marco que permitiría la fusión de ambos teatros, un proyecto que debe ser aprobado por Real Decreto por el Gobierno y que ha sido contestado desde que trascendió, el pasado 10 de marzo, por los trabajadores de la Zarzuela, que han convocado un calendario de paros y concentraciones durante todo el mes de abril.
Tras la aprobación del Real Decreto, se tendrán que elaborar los estatutos que determinarán cómo se hará la fusión, que tiene, según ha explicado en distintas ocasiones el secretario de Cultura, Fernando Benzo, como objetivo potenciar la Zarzuela y utilizar las herramientas de gestión y patrocinio que proporciona una fundación como la del Real.
