Los individuos en cuestión se personaron en el domicilio de la víctima, ubicado en la calle Espoz y Mina -en el distrito Centro- con la excusa de revisar el contador de la luz. El anciano, convencido de que existía un error en el consumo eléctrico permitió el acceso de los delincuentes.
Mientras una de las personas entretenía al propietario con el dispositivo del suministro eléctrico, la otra entró en la vivienda y sustrajo hasta 2.210 euros, además de joyas que el anciano guardaba en un cajón. Asimismo, los individuos intentaron engañar a la persona de avanzada edad valiéndose de un móvil a modo de datáfono con el que intentaron sacar las claves de la tarjeta de crédito. En ese momento, el conserje de la finca donde se produjeron los hechos sospechó de una posible estafa, y los dos delincuentes huyeron del complejo.
Ya en la calle y al grito de «al ladrón», el conserje alertó a una patrulla de Policía Municipal que se encontraba en la zona, iniciando los agentes la persecución. En el momento de la detención, uno de los arrestados manifestó que los datos de las víctimas se los facilitaba una persona que había trabajado con anterioridad en una empresa dedicada al suministro de energía eléctrica.