El parte elaborado por la Policía Municipal sobre el incidente de tráfico protagonizado por la presidenta regional del PP-M, Esperanza Aguirre, refleja que cuando llegó el primer agente de Movilidad el coche estaba vacío con las luces de emergencia.
Eso quiere decir que estaba aparcado y no parado (implica que hay alguien dentro).
Un coche patrulla que transita por la Gran Vía 44, a la altura de Callao, se percata de lo sucedido y señaliza el lugar con el fin de canalizar el tráfico. Son las 16.15 horas
El agente de Movilidad tramita la sanción por estacionar en un lugar prohibido. Cuando esto sucediendo se acerca otro compañero y se coloca delante del vehículo, un Toyota Verso de color blanco. Entonces aparece la conductora (que les mostró su carné de conducir, según la denuncia que interpusieron en la comisaría de la Policía Nacional).
Cuando van a notificar la sanción a Aguirre (no presentó el resto de la documentación del vehículo, según fuentes de la investigación), reanuda la marcha y haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes de Movilidad de detener el vehículo, golpea con el lateral derecho la moto que estaba delante, tirándola al suelo.
Los agentes salen detrás, llegando a circular en paralelo e indicándole de forma verbal que pare, haciendo caso omiso a suss indicaciones.
Todo acaba en la vivienda de Aguirre cuando, tras aparcar en su garaje, logran que baje a la calle, tras la mediación de la Guardia Civil que ejerce la vigilancia estática en su inmueble, facilitando la documentación de su coche implicado en los hechos.
