La ‘nueva’ Plaza Mayor ya ha dado su primer paso. La Junta de Gobierno ha aprobado hoy la encomienda a la Junta de Distrito de Centro para que encargue la redacción del proyecto del Plan de Mejora y Adecuación de la Plaza Mayor a la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS). El proyecto de uno de los referentes arquitectónicos de Madrid pone en valor sus tesoros arquitectónicos, mejorando la seguridad, remarcando la iluminación y aumentando sus atractivos con la incorporación de pinturas en las bóvedas de los soportales. Esta iniciativa fue presentada por la alcaldesa, Ana Botella, en el transcurso del Pleno sobre el Debate del Estado de la Ciudad.
Es un proyecto de calado que llega 25 años después de que se realizara la última intervención de relevancia: la remodelación de los revocos de las fachadas, y la pintura del mural de la Casa de la Panadería, llevada a cabo a finales de los ochenta y principios de los 90. El uso intensivo de la plaza, visitada cada año por casi 10 millones de personas, su carácter monumental, y el desgaste propio de una zona con muchísima actividad comercial y de todo tipo, genera deficiencias, desgastes y deterioros que es preciso subsanar para mantener en perfecto estado este preciado Bien de Interés Cultural. Responde además al deseo de atender las demandas de vecinos, comerciantes y principales asociaciones del entorno.
Tres millones de euros para la primera fase
La primera fase de los trabajos, que según las estimaciones municipales, concluirán en el primer semestre de 2015 y cuentan con un presupuesto de 3.150.000 euros. Será la EMVS, además de la encargada de redactar el proyecto, quien revise las obras de la primera fase.
Son actuaciones cuyo objetivo es acabar con las humedades, reparando cubiertas, canalones y cornisas, y revocando y limpiando las fachadas. Se van a pintar las barandillas, fraileros y balcones; reparar, sanear y proteger las pilastras y los elementos pétreos afectados actualmente por la humedad y la corrosión; sustituir las losas y adoquines en mal estado del pavimento central, y reordenar o eliminar los cables que invaden los soportales. También se van a sustituir los toldos y a reparar el pavimento de los soportales para evitar las filtraciones a pilastras y sótanos.
El paquete de medidas se complementa con la sustitución de bombillas y lámparas en los faroles por alumbrado de alta eficiencia, así como la instalación de una nueva línea de alumbrado en los soportales, accesos a la plaza y bóvedas, que incidirán en la mejora de la seguridad de toda la zona.
Finalmente se va crear una infraestructura subterránea para servicios con el fin de centralizar todas las instalaciones existentes, y minimizar así el impacto en el entorno de la plaza.
Museo al aire libre
Las otras dos etapas del proyecto incluyen dos actuaciones: en la primera, cuyo comienzo está previsto en el primer semestre de 2015, además de instalar iluminación monumental para resaltar el valor de elementos arquitectónicos como las casas de la Panadería y Carnicería, se quiere convertir los soportales en un auténtico museo al aire libre.
La intención del Gobierno de Botella es concitar el consenso de la Comisión Local de Patrimonio Histórico de Madrid y de la Academia de Bellas Artes, para invitar a importantes artistas plásticos a que utilicen las bóvedas de dichos soportales como lienzos inspirados en el cuarto centenario de la Plaza y en los hechos históricos asociados a la misma. Se trata de incorporar al patrimonio cultural de la ciudad un museo al aire libre que aumente el atractivo que tiene la plaza para los madrileños y para quienes nos visitan.
El último tramo de las obras, muy cerca ya de la celebración de los 400 años de existencia de la plaza, contempla la renovación del pavimento y la reordenación del mobiliario y usos, que se instaló en la década de los sesenta y que hoy plantea algunas deficiencias.
