El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, se opone frontalmente a que el Palacio de la Música de la Gran Vía se convierta en una tienda. Ha pedido a la alcaldesa que retrase cualquier decisión sobre el inmueble hasta que se elija la sede de los Juegos Olímpicos y es que, tal y como ha avanzado, el PSOE propondrá que la cita olímpica, de celebrarse en la capital, sea complementada por un programa de proyectos y actividades culturales. En ese contexto, “sería el momento de aprovechar las inversiones que generan los juegos para recuperar el Palacio de la Música, uno de los referentes culturales de la ciudad”.
Durante una visita al inmueble, junto a las ediles Ana García D’Atri y Marisa Ybarra, el portavoz ha denunciado la negativa de la Fundación Caja Madrid, a la que se cedió el inmueble con el compromiso de mantener el carácter cultural, a la petición del PSOE de supervisar las obras de remodelación en las que ya se han invertido más de siete millones de euros. Según ha explicado, la Fundación Caja Madrid no ha contestado a la petición formulada en febrero pasado para visitar las obras que se vienen realizando con dinero público.
La actitud de la Fundación, ligada a Bankia, y las declaraciones del delegado municipal de Las Artes, Fernando Villalonga, en las que llegó a decir que “no sería el primer cine que desaparece”, hace temer, según Lissavetzky, que se abandone definitivamente el proyecto de dedicar el Palacio a Centro Cultural.
Debate político y popular
“¿Queremos, una tienda o en un centro de cultura?”, preguntó el portavoz socialista alentando el debate político y popular sobre el futuro del Palacio de la Música, que cuenta ya con el apoyo de 17.000 firmas para reclamar que mantenga su función cultural.
El Palacio ocupa un edificio de 1926 protegido con el nivel 1, lo que permite alternar usos culturales con centros de ocio. Para dedicarlo exclusivamente a tiendas, el Ayuntamiento debería aprobar un Plan Especial que permita el cambio de uso. En este sentido, Lissavetzky exige a la alcaldesa que, al menos, retrase cualquier decisión hasta que se sepa si Madrid será sede Olímpica. En tal caso los Juegos deben ir acompañados de un programa cultural para el que se obtendrían importantes ayudas económicas que podrían aprovecharse para recupera el Palacio como contenedor cultural.
En cualquier caso, el portavoz socialista reclama a Ana Botella que mantenga el compromiso del anterior alcalde, Alberto Ruíz Gallardón, cuando anunció que el edificio de Gran Vía sería el segundo auditorio de Madrid detrás del de Príncipe de Vergara. “Botella estaba en aquel gobierno local y por tanto debe mantener aquella postura”. También exigió responsabilidad a la Fundación Caja Madrid puesto que tiene en sus manos la Obra Social del banco.
La tentación de la Fundación de entregar el Palacio a una firma comercial viola el objetivo social al que se comprometió, al tiempo que tampoco aportaría nada a la recuperación económica de la ciudad. “No vale la excusa de que una tienda generaría empleo porque, por primera vez, en la historia reciente hay tiendas en la calle Preciados cerradas”, apuntó.
Lissavetzky reiteró la memoria histórica y cultural de la Gran Vía y del Palacio de la Música. “Aquí se estrenó Lo que el viento se llevó y El Último Cuplé”. Y añadió: “De hecho, por decisión de la alcaldesa, el féretro de Sala Montiel pasó por aquí en homenaje a la actriz y su ligazón cultural con esta calle”.
El PSOE ha realizado numerosas peticiones para mantener el carácter cultural del edificio y respalda la petición de Bien de Interés Cultural. También advierte contra la nueva ley de Patrimonio que aprobará la Asamblea que “dejará la solicitud en un limbo”.
