Dentro del patrimonio cultural de Madrid, los monumentos ubicados en las calles y plazas de la ciudad son una parte fundamental de su atractivo cultural y turístico, reflejan la imagen de muchos espacios urbanos que atraen muchos visitantes y, además, construyen la identidad cultural de la ciudad para los madrileños. En muchos casos, su alto valor artístico ya justifica por si solo su presencia en lugar destacado de en el espacio urbano.
El Área de las Artes considera una necesidad la mejora y el mantenimiento en óptimas condiciones de los monumentos que pueblan la ciudad, y para ello es imprescindible realizar algunos cambios de ubicación y recolocaciones que ayuden a darle coherencia y atractivo al paisaje urbano. Además de "rescatar" de los depósitos y almacenes municipales estatuas o elementos ornamentales que contribuyan a embellecer la ciudad.
Este es el reciente caso de la estatua de la Reina Esther, que tras permanecer medio siglo en el almacén municipal, fue situada el patio de la Casa Sefarad de Madrid el pasado 19 de febrero. La estatua, de mármol, representa a la reina con velo y el Megillah o rollo del libro que se lee en la fiesta de Purim, en la que los judíos celebran que se salvaron de ser aniquilados bajo el mandato del rey persa Asuero, esposo de Esther.
Con esta filosofía, avanzada ya en la presentación del Plan Monumenta Madrid 2013 el pasado mes de febrero, se puso en marcha el proyecto de recuperación y colocación en la ciudad de una estatua de Felipe II de Austria, el rey que fijó en 1561 la capitalidad de España en Madrid, y que permanecía desde hacía años en los almacenes municipales. La estatua del llamado "rey prudente" es una reproducción en bronce de una escultura de los hermanos Leone y Pompeo Leoni.
Esta propuesta se sometió a consulta popular no vinculante, para ubicar la estatua de Felipe II en la Plaza de la Villa, donde se encuentra el monumento del Almirante Don Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, que se trasladaría junto al Cuartel General de la Armada, en la calle Montalbán.
La votación, que ha contado con la participación de 4.581 madrileños, arroja un resultado del 54,1% a favor de la recuperación e instalación de la estatua de Felipe II en la plaza de la Villa y del 45,9% a favor de la permanencia del monumento de Don Álvaro de Bazán.
Tras concluir el periodo de consulta pública, se van a llevar a cabo las fases previstas inicialmente en el proyecto relativas a fabricación y adaptación de los soportes para ambas esculturas, reutilizando la existente de Álvaro de Bazán.
Posteriormente a su colocación, el Área de las Artes difundirá entre los ciudadanos el conocimiento y la valoración de la nueva ubicación de las estatuas: se organizarán visitas para ciudadanos y visitantes durante los días siguientes a su inauguración.
