Ya han pasado más de 90 días y los vecinos y comerciantes del centro de Madrid están ya hartos de las protestas sin control de los indignados.La policía blinda la puerta del Sol para impidir que sea tomada de nuevo por estos grupos que cada vez son más violentos. Los más afectados, además de los turistas y vecinos, son los comercios más cercanos, apartados por la fuerza de su clientela. Además se han tenido que cerrar las calles aledañas donde también actuan los manifestantes.
Como ya hicieran con anterioridad otros sindicatos policiales la CEP han mostrado en un comunicado hecho público este viernes su enfado tanto con las hordas de indignados como con la Delegada del Gobierno de Madrid por su pasividad ante las manifestaciones ilegales de los indignados.