Villacís ha lamentado que los comerciantes del distrito Centro no tengan a nadie que «defienda sus intereses» en el Ayuntamiento, dado que las áreas encargadas de impulsar Madrid Central son la de Desarrollo Urbano Sostenible y la de Medio Ambiente y Movilidad, mientras que la Dirección General de Comercio se encuadra en el área de Equidad y Derechos Sociales.
«No tienen en cuenta los intereses del comercio», ha aseverado la edil, que ha atendido a los medios tras reunirse con la Plataforma de Afectados por Madrid Central. La portavoz ha afirmado que, a 36 días de la implantación del proyecto, incluso las personas a las que más repercutirá «no tienen ni idea» de los detalles de la iniciativa, ya que «nadie tiene el borrador» del decreto y el Gobierno municipal no «contesta» a los requerimientos de información de la oposición, los empresarios y los vecinos.
Desde el próximo 23 de noviembre, por el distrito Centro solo podrán circular los residentes y sus invitados (un máximo de 20 al mes), el transporte público, servicios sanitarios, vehículos industriales, de reparto con permiso y vehículos con etiqueta cero emisiones, una medida con la que el Consistorio busca reducir la contaminación.
Villacís ha sostenido que la decisión de sacar adelante Madrid Central se tomó sin hacer estudios previos de impacto económico o sobre el tráfico, y ha agregado que «no se puede hacer un cambio de esta magnitud en Madrid» sin mostrar «sensibilidad» con los «colectivos afectados» y sin tener en cuenta la «complejidad» de la ciudad.
«Parece que se han puesto con un mapa a trazar líneas y que así se arregla Madrid», ha indicado. La portavoz ha citado como ejemplo la supresión de un carril en el paseo de Recoletos, anunciada ayer por la tarde por el Ayuntamiento mediante un comunicado sin que previamente, según Villacís, se hubiera informado a la oposición, a pesar de que por la mañana se había celebrado una sesión de la comisión de Medio Ambiente y Movilidad.
Además, Villacís ha alegado que Madrid Central no reducirá la polución, porque «la contaminación y los coches no desaparecen, simplemente se desplazan». En definitiva, ha concluido la edil, la puesta en marcha de Madrid Central es «absolutamente delirante», ya que «los padres» no saben cómo llevarán a sus hijos al colegio, «los transportistas no saben cómo van a poder hacer su trabajo» e incluso en el Gobierno municipal «no tienen ni idea de cómo va a salir».
