Es el sexto proyecto concluido que afecta a la M-30. Benefi-ciará a los 51.000 vecinos del barrio del Pilar, a los 27.000 de Mirasierra y a los 25.000 futuros residentes de Montecarmelo. Además, mejorará la movilidad de los 247.000 vehículos y en, especial de los 1.154 autobuses y sus 57.000 viajeros que diariamente transitan por la zona. Por todo ello, como manifestó Alberto Ruiz-Gallardón durante su inauguración el pasado 27 de junio, es una de las infraestruturas esenciales para la comunicación del Norte de la ciudad.
Nos referimos al paso superior de 273 metros que une la salida directa de la Avenida de la Ilustración con la carretera de Colmenar. Enlace que el Ayuntamiento de Madrid ha adaptado a las necesidades circulatorias del entorno, para lo que ha ampliado de dos a tres los carriles en cada sentido, ha construido un nuevo puente entre la Avenida del Cardenal Herrera Oria y la M-607 y ha diseñando dos nuevas glorietas y mejorado los accesos al Hospital Ramón y Cajal.
A los beneficios circulatorios hay que añadir la reducción de la contaminación acústica y ambiental, así como la mejora del paisaje con la creación de 3.500 metros cuadrados de muros vegetales, la plantación de 626 árboles y cerca de 12.000 arbustos, unidos a los 9.614 ejemplares del Plan de Reforestación.
En el equipamiento se han invertido 21 meses de trabajo y un presupuesto superior a los 32,4 millones de euros. Además, como recordó Gallardón, se han tenido muy en cuenta las aportaciones de los madrileños “como confirman las 6.373 visitas y las 239 sugerencias, de las que el 69% se han incorporado al proyecto final, atendidas en el Servicio de Atención e Información al Ciudadano”.
La conexión con la carretera de Colmenar quedará completada en breve con la puesta en funcionamiento de los túneles de Pío XII cuyos trabajos están muy avanzados, a pesar de la complejidad de integrar el ferrocarril y la línea 10 de Metro. El subterráneo unirá la M-30 y la Avenida de Pío XII con el paseo de la Castellana, Monforte de Lemos y Sinesio Delgado, y su inauguración está prevista para el próximo mes de agosto, nueve meses antes de lo proyectado.
Gracias a esta obra se pasará de un sólo subterráneo bidireccional con problemas de capacidad y seguridad, a dos túneles de tres carriles por sentido dotados con altas medidas de seguridad, cámaras de televisión y cuatro puntos de comunicación. Ambas son infraestructuras de las que el edil madrileño se siente especialmente orgulloso porque mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos.
