La Plaza de la República Dominicana recuerda estos días, aún más si cabe, a los 12 guardias civiles asesinados en 1986 por ETA en uno de los atentados terroristas más sangrientos de la ciudad de Madrid. De ello, dan fe los ramos de flores, las velas, las cruces y las banderas de España desplegadas por los madrileños allí donde el etarra Ignacio De Juana Chaos sembró el terror hace ya diez años.
Este improvisado altar une al emotivo recuerdo la protesta y la indignación por la decisión del Gobierno de Zapatero en el “caso De Juana”. Desde el pasado 3 de marzo, cientos de madrileños han acudido a este lugar para de-jar constancia de su rechazo y su oposición al traslado del terrorista al País Vasco tras su “polémica huelga de hambre”. Esperanza Aguirre y Ana Botella también hicieron su ofrenda la mañana del pasado 5 de marzo y animaron a la ciudadanía a llevar flores “en recuerdo de las víctimas asesinadas por un criminal que ha vencido al Estado de Derecho”.
La próxima cita para la protesta, la manifestación convocada por el Partido Popular el próximo 10 de marzo.
