La inmobiliaria Colonial ha vendido un emblemático inmueble para aligerar su balance deficitario. Se trata del edificio de oficinas ubicado en el número 27 de calle Agustín de Foxá. La construcción cuenta con una superficie de 6.965 metros cuadrados, destinados a oficinas en su gran mayoría, junto a espacios para comercios minoristas y 61 plazas de aparcamiento. El mayor atractivo del edificio se encuentra en su cercanía a la estación de Chamartín, para cuyo área de influencia se ha diseñado un ambicioso proyecto de reconversión y mejora urbanística.
La compradora del número 27 de la calle Agustín de Foxá ha sido la sociedad ‘New Windsgroup’, controlada por la familia Reyzábal, que han contado en su lista con inmuebles como el Windsor.
Al parecer la venta podría haberse cerrado por 16 millones de euros a favor de la inmobiliaria Colonial, aunque varios analistas financieros destacan una falta de información sobre la venta del edificio.