Sacar dinero de los cajeros automáticos se ha convertido en toda una operación de riesgo para los vecinos de Chamberí. El motivo, un grupo de unos cuatro menores rumanos que se dedican a atracar a los usuarios. Sus víctimas favoritas suelen ser mujeres y personas mayores, pero en realidad cualquiera es susceptible de toparse con ellos.
Actúan de manera rápida y organizada. Se reúnen en las inmediaciones de la entidad bancaria aparentemente charlando o practicando algún juego propio de su edad. Al divisar a algún cliente aproximándose al cajero, uno de los chavales se acerca y lo distrae pidiéndole dinero o fingiendo venderle algo. Mientras el usuario se gira para atenderle, otro de los chicos, aprovecha la confusión acercándose por el lado contrario y haciéndose así con el dinero que sale del cajero. Con el botín en la mano, los menores salen corriendo en direcciones opuestas para confundir a la víctima que no sabe a quién perseguir.
Varios empleados en entidades bancarias de Ríos Rosas aseguran haber impedido alguno de estos atracos pero afirman, “son listos y suelen aprovechar que las tardes y los sábados cerramos para actuar con mayor frecuencia”. Por este motivo, han decidido prevenir a sus clientes colocando carteles informativos en los cajeros alertando de que comprueben que no hay personas observando en los alrededores. “Poco más se puede hacer porque como son menores, aunque les cojan enseguida están el libertad”.
Fuentes de la Policía aseguran que resulta difícil actuar contra ellos, pues pese a su juventud, conocen perfectamente sus derechos y saben que la ley les protege. Además, aseguran que Chamberí es sólo uno de sus escenarios, puesto que actúan en todo Madrid.
