La calle Raimundo Fernández Villaverde se convirtió la semana pasada, en un punto negro para un joven de 32 años que resultaba atropellado en mitad de la calzada. La víctima se disponía a cruzar la calle en un paso regulado por semáforos, y aunque el conductor intentó esquivarlo, le resultó imposible. El impacto lo despidió 15 metros, dejándolo inconsciente, con magulladuras por todo el cuerpo, rotura en la pierna derecha y un traumatismo craneoencefálico.