El Consejo General de Enfermería ha denunciado públicamente lo que ha calificado como “un ataque más a la dignidad de la mujer y la profesión” después de que una discoteca organizase un evento en el que azafatas semidesnudas disfrazadas de enfermeras ofrecían chupitos con grandes jeringuillas. El espectáculo tuvo lugar el pasado martes, 14 de mayo, en el local Fortuny -ubicado en el madrileño distrito de Chamberí-, publicitándose con anterioridad en las redes sociales el acto con la imagen de las falsas enfermeras y su escueto uniforme.
La organización profesional denuncia que además de relacionarse el consumo de alcohol con la actividad facultativa, el evento les provoca “repulsa e indignación” por la imagen que se ofreció a los asistentes de la fiesta temática ‘Crazy Hospital’ en la citada discoteca. En este sentido, el Consejo General de Enfermería subraya como detalle el hecho de que los atuendos de los varones no tenían connotaciones sexistas -se trataba de una simple bata-, mientras que las mujeres “vestín ropa interior roja y de encaje, más propia de una película pornográfica”.
Los detractores sostienen que el espectáculo promovió “una imagen sexista, denigrante y ofensiva de las enfermeras y de todas las mujeres”. El propio presidente del Consejo de Enfermería, Florentino Pérez, se ha dirigido a los propietarios del establecimiento, así como a las marcas que promocionaron el evento, para recordar que “las enfermeras son profesionales con un alto nivel de cualificación, que gozan de gran prestigio, que salvan vidas y que se han visto degradadas al presentarse con un mero icono sexual”.
