Si bien el proceso independentista ha tenido como reacción que la bandera española luzca con más asiduidad en los balcones de la capital, la guerra de simbolos nacionales frente al secesionismo partía con desventaja hace unos meses. Un vecino de la calle Valdevarnes, en el madrileño distrito de Moncloa-Aravaca, fue objeto de amenazas por colgar la roja y gualda en la fachada de su vivienda. Este hecho fue respondido con pintadas en el exterior de su domicilio con rótulos intimidatorios.
Así, en la pared se podía leer «Fuera españolistas de Sakonia», seguido de un “Quita la bandera. Primer aviso”. Las pintadas fueron retiradas días después, sin embargo, el vecino afectado tuvo que descolgar la enseña por miedo a que continuasen los rótulos y el resto del vecindario se viese afectado. “Es bastante lamentable que en tu propio país te encuentres con esas situaciones”, señalaba el vecino en cuestión a un diario de tirada nacional.
