La Plaza de Chamberí se convirtió el pasado 15 de marzo, Día Internacional del Consumidor, en un supermercado ficticio donde adultos y niños aprendieron a comprar de manera responsable. Además, se instaló también una pequeña cocina de juguete con el objetivo de que los más pequeños pudieran comprobar in situ los alimentos que son realmente necesarios en la cocina. Los niños hicieron sus propuestas sobre consumo en el denominado ‘Muro de los Consejos’, que volaron atadas a miles de globos. Los adultos también tuvieron un lugar importante en este evento, ya que para ellos se habilitaron mesas informativas sobre los derechos de los consumidores.