El cierre de los cines Luchana del distrito fue uno de los más sonados, sin embargo este espacio ha sido reconvertido en teatro sin perder su carácter cultural. Por desgracia no pasará lo mismo con los cines Roxy de la calle Fuencarral, que serán reconvertidos en un supermercado. Esto dejará huérfanas a las dos salas de proyecciones que sobreviven, Proyecciones y Paz.
El pasado 28 de octubre, tanto Ahora Madrid como el Partido Popular votaron a favor en el Pleno para cambiar el uso del local que pasa de recreativo a comercial. Gracias a esta decisión la tienda de alimentación podrá abrir en el espacio clausurado. La Plataforma en Defensa de la Cultura se ha posicionado en contra de esta modificación y convocó ayer una “movilización festiva” para que se derogue la nueva normativa municipal. Desde la entidad han manifestado que el cambio de uso del local "anula la identidad de la cultura madrileña y contribuyen al expolio de su patrimonio".
La ciudad “evoluciona”
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, manifestó en la sesión plenaria que es "dramático" que desaparezcan espacios culturales como cines en el centro de Madrid pero "la ciudad evoluciona en el tiempo". También apuntó que no están para juzgar el proceso sino para trasladar un expediente, que es un "acto reglado que cumple con todas las prescripciones técnicas y jurídicas". Asimismo, el concejal del Partido Popular, José Luis Martínez Almeida justificó el voto a favor de este expediente, ya iniciado por el equipo de Gobierno de Ana Botella. Además, sobre el uso de los espacios culturales en la ciudad indicó que se debe dejar que sean los ciudadanos quienes decidan si quieren un cine o un supermercado.
En contraposición, la socialista Mercedes González reprochó a Ahora Madrid que esté consolidando con su acción de gobierno "las políticas del PP encaminadas a una pérdida de la identidad cultural de la capital". Por su parte, el concejal de Ciudadanos Bosco Laborado denunció que el cambio de uso del local deja la puerta abierta a la arbitrariedad y crea sensación de inseguridad jurídica, por lo que su grupo votó en contra.
