Agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid han arrestado a cuatro personas por su presunta implicación en al menos seis hurtos, perpetrados en Madrid y Castilla la Mancha, donde han logrado hacerse con un botín superior a los 60.000 euros.
La operación se puso en marcha el pasado mes de junio, tras tener conocimiento de un hurto al descuido en una entidad bancaria de localidad madrileña de Colmenar Viejo. Allí, la declaración de los empleados y el visionado de las cámaras de seguridad puso de manifiesto que dos personas de apariencia sudamericana habían accedido al interior y mientras uno solicitaba al dependiente una gestión, el otro aprovechaba para sustraer los cajetines de dinero del cajero automático.
A partir de este momento, los agentes encargados de la investigación realizaron un cruce de datos con otras unidades donde se pudieran haber cometido hechos parecidos y que los autores coincidieran con la descripción física obtenida, comprobando que hechos similares se investigaban en San Agustín de Guadalix, y que existían denuncias por hurtos en diferentes localidades de Cuenca y Ciudad Real.
Tras lograr identificar a los autores de los hechos, la Guardia Civil logró ubicarlos en un domicilio de Madrid, a pesar de los frecuentes cambios de vivienda que hacían para evitar ser localizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Los agentes los apresaron a lo largo de la pasada semana, tras cometer un hurto al descuido en la localidad de Torrijos (Toledo), logrando recuperar los efectos sustraídos.
A los detenidos cuatro ciudadanos de origen venezolano de 25 y 39 años de edad con antecedentes por hechos similares, se les imputan hurtos acaecidos en Tarancón (Cuenca), Manzanares (Ciudad Real), Colmenar Viejo, San Agustín de Guadalix y Algete (Madrid), además del citado de Torrijos (Toledo).
Expertos en el descuido
En esta investigación, la Guardia Civil ha comprobado que los detenidos tenían preferencia por los hurtos en interior de las sucursales bancarias por los beneficios económicos que les reportaba, pero también hay casos en los que cometían los hechos delictivos utilizando el método del encontronazo, que era cometido tras vigilar a la víctima y cerciorarse de que había sacado dinero.
Otra técnica utilizada era la de alertar a su objetivo de que llevaba una rueda pinchada (la cual habían desinflado o pinchado previamente) y ofrecerse para ayudarla a cambiarla, cuando la víctima se bajaba, le despojaban de su dinero mediante el descuido.
