Agentes de la Policía Nacional han detenido a los responsables de la banda de proxenetas y extorsionadores más peligrosa de las que operan en España. Los arrestados, seis individuos de nacionalidad rumana, estaban dirigidos por “el señor del polígono” -sucesor de Ioan Clamparu, alias “cabeza de cerdo”, hasta su reciente fallecimiento en México, a donde había huido- y rivalizaban por el control de la explotación sexual de mujeres en la Comunidad de Madrid y de otras actividades delictivas basadas en la extorsión. Varios de los detenidos son considerados los autores materiales de una tentativa de homicidio que tuvo lugar en Parla (Madrid) el 7 de noviembre de 2014. Entre ellos figura también el responsable de suministrar los explosivos y detonadores empleados para fabricar la bomba con la que pretendieron atentar contra el líder de una banda contraria.
Las investigaciones se iniciaron en noviembre de 2014 cuando un individuo quedó gravemente herido tras una detonación provocada por un artefacto explosivo, que tuvo lugar en el interior de un vehículo en la localidad madrileña de Parla. Tras llevar a cabo las primeras pesquisas, se comprobó que este suceso se enmarcaba dentro de la rivalidad de dos organizaciones criminales de las más peligrosas de Europa, que pugnaban por el control de la explotación sexual de mujeres en la Comunidad de Madrid. Ambos grupos se hallaban enfrentados desde la detención de Ioan Clamparu alias “cabeza de cerdo”, líder de uno de ellos.
Lucha por controlar la explotación sexual en Madrid
Tras el arresto de “cabeza de cerdo”, se puso al frente de su organización un compatriota suyo conocido como Dorel o “el señor del polígono”. Desde ese relevo, un grupo de similares características al formado por Clamparu le ha discutido la hegemonía en el control de la prostitución en Madrid y otros ámbitos delictivos. Esta rivalidad ha propiciado diferentes actuaciones por ambas partes, encaminadas a amedrentar al rival, resultando de las mismas lesiones graves, extorsiones, secuestros y otros delitos. Mientras tanto un amplio número de mujeres han seguido padeciendo una brutal explotación sexual.
Además de la lucha por el control de la prostitución en la Comunidad de Madrid, también ejercían su influencia sobre otros grupos criminales, formados también por personas de la misma nacionalidad, a los que extorsionaban. En este sentido los investigadores han descubierto que exigían cuotas por “trabajar” en sus zonas de influencia, a bandas de asaltantes de viviendas. En caso de incumplimiento, materializaban agresiones físicas, ocasionando importantes lesiones a sus víctimas.
Continuando con las pesquisas, se comprobó que diferentes miembros de la organización que dirigía el sucesor de Clamparu, se habían pasado al grupo rival. Ante esta situación Dorel protagonizó a principios de noviembre un incidente violento con la banda rival aprovechando un evento familiar. Además, a partir de ese momento, decidió afianzar su posición predominante de forma definitiva y se propuso acabar con el cabecilla de la organización rival, haciéndolo además de forma que generase terror. La fórmula elegida fue la colocación de un explosivo para eliminar a su oponente.
Los investigadores descubrieron también que para llevar a cabo su plan, encargó a varias personas de su confianza conseguir material para fabricar una bomba. Finalmente, obtuvieron lo necesario y confeccionaron un artefacto que se podía detonar a distancia mediante radiofrecuencia. Igualmente averiguaron que habían realizado un seguimiento exhaustivo de los movimientos de su objetivo para determinar el lugar y momento más apropiado para atentar contra él. A pesar de tenerlo todo planeado, cuando el responsable de colocar el explosivo se encontraba próximo al lugar donde iban a colocar el artefacto -debajo del coche de su objetivo-, la bomba le explotó dentro del vehículo en el que viajaba causándole graves heridas.
Huida a México de Dorel
Tras el intento fallido de acabar con la vida del jefe de la banda rival, los investigadores detuvieron al sujeto que había resultado grave tras la explosión y a otro miembro que colaboró directamente en la preparación del asesinato frustrado. Ante estos arrestos, Dorel, sintiendo la presión policial se marchó de España con destino a México, portando una documentación falsa. Tras un breve periodo de tiempo en el país americano, falleció debido a una sobredosis y fue trasladado a su país natal donde fue enterrado. Tras conocer su muerte, los agentes a cargo de la investigación detuvieron al resto de miembros de la organización implicados en el intento de asesinato,
Durante el operativo se ha procedido a la detención de seis personas, todas naturales de Rumanía y miembros de gran relevancia dentro de la organización. Entre los arrestados se encuentran los autores directos de la tentativa de asesinato empleando artefacto explosivo, así como todos los intermediarios, fabricantes de la bomba y el responsable de suministrar los componentes para fabricarla. Además se han practicado once registros en viviendas y locales de la provincia de Madrid (Alcorcón, Coslada, Torrejón de Ardoz, Villa del Prado) y Toledo (Illescas), donde se han intervenido 5 kilogramos de material explosivo, varias armas de fuego y detonadoras, armas prohibidas, equipos informáticos, dinero en efectivo, documentación y tres vehículos de gama alta cuyos elementos identificativos (matrículas, bastidor y documentación) habían sido falsificados.
Durante el desarrollo de la investigación también se detuvo a otros dos miembros de la organización liderada por Dorel, como presuntos autores de dos agresiones cometidas en la localidad de Leganés (Madrid), sobre dos compatriotas. Como resultado de esta actuación, una de las víctimas sufrió un traumatismo cráneo encefálico severo que le dejó secuelas.
La operación ha sido desarrollada por agentes de las Brigadas de Policía Judicial e Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, Brigada Local de Policía Judicial de Parla, GEO, TEDAX, UIP, Guías Caninos y GOIT.
