Espectáculo circense el vivido ayer, jueves 8 de junio, en la Asamblea de Madrid con la moción de censura planteada por Podemos para desbancar a la actual regente del Ejecutivo autonómico, Cristina Cifuentes. La medida fue rechazada con los votos en contra de PP y C’s y la abstención del PSOE.
Pocos fueron los argumentos y muchos los insultos en el ten con ten entre el Partido Popular y la formación que dirige Pablo Iglesias, presente en el banquillo del parlamento regional acompañada de la plana mayor morada.
La presidenta de la Comunidad de Madrid respondió arropada por el resto de diputados populares, que posteriormente abandonaron el Pleno después de que Podemos acusara a su portavoz de robar. La sesión, que duró cerca de diez horas y estuvo marcada por la tensión desde la primera intervención del secretario general de Podemos Comunidad de Madrid, Ramón Espinar.
En esta atmósfera se planteo la moción de censura vendida a ‘bombo y platillo’ durante varias semanas, encauzando la presidencia en la figura de Lorena Ruiz Huerta. Desde el atril Espinar defendió que la propuesta «no es una disputa entre PP y Podemos», sino «una moción para defender la democracia». De hecho, ha planteado la moción como un «debate entre la corrupción y la democracia».
A Podemos le respondió el portavoz del Gobierno autonómico, Ángel Garrido, quien indicó que la moción «no es otra cosa que una feria de las vanidades, orquestada exclusivamente con un fin, la puesta de largo de largo de la señora Ruiz-Huerta».
