Pueden ser juguetes, maquetas, reclamos publicitarios o cualquier objeto como lámparas, huchas o comederos de pájaro, pero con la única condición de que todas ellas tengan forma de casa. En esto se basa la exposición de más de noventa piezas que se podrá visitar en el Centro Comercial Gran Vía de Hortaleza de 10.00 a 22.00 horas hasta el próximo 13 de septiembre. Una gran muestra de pequeñas casitas llamada Casitas de Juguete que ofrece una curiosa mirada a las representaciones en miniatura de casas que el hombre ha construido como juego o juguete. Las casitas tienen la peculiaridad de haber sido fabricadas utilizando casi cualquier material. Así, las hay de madera, hojalata, plata, plástico, cartón, papel, paja, corcho, metacrilato, cristal o materiales sintéticos. Sus tamaños son muy diversos: desde más de un metro hasta menos de diez centímetros. Hay objetos desde el siglo XIX hasta hoy mismo, y se encuentran piezas de varios lugares del mundo. Para los niños, esta exposición representa una maravillosa oportunidad para conocer la historia relativamente reciente de sus actuales juguetes y los materiales presentes en la fabricación de estos.
Según afirman los organizadores, no se trata de casitas de muñecas sino de casitas en general de diversos tamaños, algunas de ellas con familias de muñecos, mobiliario y accesorios que proceden principalmente de España; pero también las hay de Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia, Italia, Noruega, Canadá, Chequia y otros lugares.
El encanto del juego
Según afirman los organizadores, “después de mucho tiempo rebuscando por los mercadillos, una de las conclusiones a las que se ha podido llegar es que las miniaturas, cumplan la función que cumplan, llevan todas en sí el encanto del juego”. Desde la maqueta más seria hasta la más tópica casa de muñecas; desde el juego más simple y directo hasta la más sesuda investigación, ha sido un juego en algún momento de su elaboración. Por ello, esta exposición es un rastreo por el juego de niños y adultos y sus intentos para la resolución de problemas. El juego es un proceso irrenunciable de los hombres que, desde siempre, han representado en miniatura los lugares en los que habitan.
Entrar en este espacio, significa entrar en un mundo hecho de sueños, recuerdos e ilusiones. Aquí, la nostalgia deja de ser esa sensación que nos liga al pasado pensando, quizás, en el juguete perdido, aquel que dañamos, o aquel que nunca tuvimos.
