Continúa la prolífica relación entre el Teatro Lara y ese ciclo al goteo que es el cervecero 1906. Le toca esta vez a un auténtico crack como es Lee Fields acompañado por The Expressions. Y llega con medio siglo de experiencia como dinamitero on stage!! a la espalda: Madrid, Santiago de Compostela, Santander, San Sebastián, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Sevilla…, por aquello de seguir fogueándose y meterle fuelle al pulmón como el enorme shouter que es.
Nacido en la costa este, lleva desde los tan míticos sesenta a base de pildorazos funk y soul aderezado de ciertos pantanos sureños, no exentos de oscuridad, consiguiendo ser un artista de culto y que, sinceramente, no sé por qué azares del destino no ha sido encumbrado aún a los altares mayores; aunque imagino que el que lo compararan en tiempos con James Brown es algo que a la larga acaba perjudicando. Little JB, le llamaban… y como le confesó a Fernando Navarro –El País: “Ya no tiene sentido que me llamen así. Siempre podrás encontrar algún elemento de James Brown en mi música pero antes era todo más evidente. Ahora, soy Lee Fields”.
Petó en los setenta, desapareció en los ochenta, resurgió en los noventa (tremendo cuando cuenta su conciertos con música pregrabada y cuando vendía su tema Meet me tonight en una cinta de casete tras las actuaciones). Ahora ya bien instalado en el siglo XXI, con un sexteto como The Expressions capaces de empujarle al borde mismo del escenario, se aprovecha de todo lo aprendido para enlazar un dominó de discos energéticos que han sido aupados por todo ese revival promocionado por tantas retrocopias.
Toca ahora limpiar de paja y humo la música negra e ir a ver a uno de los de verdad, a uno de los originales, y dejarnos por fin de coñas. Fuera transgénicos y a convertir el coqueto Teatro Lara en una cafetera huracanada con un cantante, y compositor, muy personal que ha marcado cotas inalcanzables para muchos de sus contemporáneos anclados en cosas que no son. Escuchar My World (2009), Faithful man (2015) o Emma Jean (2014), con sus rotundos medios tiempos, demuestran lo que digo y dan la clave del porqué sus conciertos son imprescindibles fiestas de old scholl, arreglos exquisitos y un punch difícil de ver tanto en los aceleres como en los temas lentos capaces de derretir a una tejana.
