Ya se han hecho habituales en el barrio de Las Tablas. Son dos familias de rumanos, con niños pequeños, que desde hace más de dos años viven en un autobús y una caravana abandonados. Antes residían en una chabola en el poblado de Valdemingómez, pero tras su incendio, se trasladaron a este barrio, para vivir en el autobús que el ex jefe de uno de las cabezas de la familia les cedió al dejarle sin trabajo. Desde ese momento, esta familia ha vivido en el autobús, que situaron en una de las rotondas cercanas al acceso a la A-1. Hace unos meses se cambiaron a otra zona, en la que hay un mayor tráfico. Esto es lo que ha hecho que la Asociación de Vecinos de Las Tablas haya mostrado su preocupación, por el peligro que conlleva que estos niños estén deambulando por la carretera sin ningún control.
La presencia de estas familias crea diferentes sensaciones en los vecinos de Las Tablas. Mientras que muchos les ayudan dándoles comida o pañales, a otros no les gusta su presencia en la zona.
Hay varios niños escolarizados en el colegio El Valle. Esta es la razón que alegan para no abandonar el barrio, tras varios ofrecimientos del Ayuntamiento de facilitarles algún alojamiento para su reinserción.
Recientemente han recibido la visita de los agentes de Policía, con una orden municipal para que abandonaran el autobús. Finalmente, les han dado un plazo de cuatro meses para abandonar la zona.
