Responsabilidad política y respeto a las normas democráticas. Eso es lo que solicita el Partido Popular de Fuencarral-El Pardo tras los hechos ocurridos en el último Pleno del distrito. Si en el anterior número este periódico se hacía eco del alboroto originado durante la sesión de mayo con motivo de las acusaciones de presunto uso indebido de espacios públicos por parte de militantes del PP, en esta ocasión, la misma cuestión ha vuelto a generar un Pleno agitado y no exento de polémica.
La sesión, celebrada el pasado 9 de junio, transcurría con normalidad -pese a los aplausos y pitos procedentes de la grada- hasta que llegó el momento de debatir la última proposición socialista. El principal partido de la oposición solicitaba el cese de dos vocales vecinos del PP. Una cuestión que decidieron debatir a puerta cerrada, según lo establecido en el reglamento que marca el funcionamiento de los Plenos. “En ese momento exacto perdieron todo el interés por debatir una proposición que ellos mismos habían presentado. Se habían quedado sin la posibilidad de brindarnos el espectáculo que a buen seguro volvían a tener preparado”, aseguran fuentes del PP en un comunicado. Según afirman esas mismas fuentes, mientras el público abandonaba el salón de Plenos para que comenzara el debate de la proposición, algunos militantes del PSOE se negaron a desalojar “y empezaron a gritar y a insultar nuevamente a los bancos donde se sientan los vocales del Partido Popular”.
La tensión provocada motivó la intervención de la Policía Municipal y obligó a la concejal presidente, Elena González Moñux, a suspender la sesión, por segunda vez en lo que va de legislatura. Desde el PP aseguran que fue entonces cuando los vocales del PSOE insultaron e interpelaron a Moñux. En este sentido acusan al portavoz adjunto, Juan Segovia, de arremeter contra la concejal con frases como “¡qué jeta, qué jeta tienes!” o “vas a durar más poco…”. Unos hechos que han calificado de “muy graves” y por lo que solicitan a la Agrupación socialista de Fuencarral-El Pardo que “reconsidere su acción política”. “El PP siempre ha mantenido una posición clara y nítida, la de anteponer los intereses de los ciudadanos frente a cualquier otro interés partidista. Prueba de ello es que, frente a los que presumen de talante, sin contar la última proposición que no se llegó a debatir, el PP en ese mismo Pleno votó favorablemente y aprobó cinco de las seis proposiciones que presentó el PSOE”, concluyen.
