De un tiempo a esta parte, los ánimos están muy caldeados en los plenos del distrito. Abucheos y aplausos por parte de los vecinos y tensión entre los concejales de uno y otro partido.
Tras la suspensión por parte de la concejal del Pleno de diciembre, por el comportamiento de algunos de los vecinos asistentes, el pasado 14 de enero se volvieron a vivir momentos tensos, en los que se recriminaba a Elena González Moñux que su forma de dirigir los plenos no era la adecuada, y se le acusaba de falta de atención a los vocales y vecinos cuando presentan sus propuestas o preguntas. La concejal tuvo que llamar al orden en innumerables ocasiones para poder seguir con el desarrollo del Pleno.