“El otro Madrid”. Así ha definido hoy el portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky el vertedero ilegal de basuras que hay en el distrito Fuencarral-El Pardo, junto al colegio público Vasco Núñez de Balboa. Acompañado por la edil del PSOE de Medio Ambiente y Movilidad, Ruth Porta, y por el concejal del distrito, Pedro Zerolo, Lissavetzky ha denunciado la existencia de un vertido “incontrolado e ilegal” de toneladas de escombros, muebles, electrodomésticos, residuos tóxicos y peligrosos (pinturas, disolventes), desechos hospitalarios, neumáticos…, incluso restos de poda de árboles, que el PSOE municipal sospecha que son del propio Ayuntamiento.
Jaime Lissavetzky ha dado de plazo al Ayuntamiento hasta el próximo lunes para que inicie la limpieza del vertedero, que genera problemas medioambientales y de salud. Los vertidos se han producido junto a unos edificios en ruinas y cuya construcción ha sido abandonada, un lugar no autorizado como vertedero de inertes y que no cumple los requisitos legales, tanto de la Comunidad de Madrid como del Ayuntamiento.
Para el portavoz socialista, “es increíble” y “una auténtica vergüenza” que exista este vertedero, que no es el primero que el grupo de la oposición denuncia en el mismo distrito. En julio el pasado año ya desveló otro en la M-603, “y hasta el momento, nada de nada”. Lissavetzky ha apuntado, además, que el vertedero de Nuestra Señora de Valverde está sin señalizar y sin vallar, sin que se sepa qué empresa se responsabiliza de los escombros y basuras.
El Grupo Municipal Socialista acudirá al SEPRONA de la Guardia Civil y elevará la denuncia al Pleno del Ayuntamiento. “Vamos a actuar con contundencia”, ha constatado su portavoz, que ha acusado a la alcaldesa, Ana Botella, de “ineficacia en la gestión y falta de liderazgo”. Para Lissaveztky es lamentable si Botella desconoce la existencia de este vertedero, pero igualmente, “si lo sabe, que no actúe”.
“¿Qué pensaría Ana Botella si este vertedero estuviera junto al Palacio de Cibeles?”, preguntó el portavoz del PSOE. A su juicio, “no se trata de grandes operaciones”, sino de cuestiones que “afectan a la salud y al medio ambiente”, provocadas por “los recortes, la dejación y la ineficacia de un Madrid que no tiene una persona que lleve adelante las actuaciones ligadas a la convivencia de los ciudadanos, a la limpieza”. En definitiva, “de cumplir como debe hacerlo una alcaldesa”.
Propuestas
La falta de escombreras legales en el norte de la ciudad, la escasez de puntos limpios fijos municipales y la supresión hace casi dos años del servicio municipal de recogida de muebles y enseres a domicilio han “ayudado” a la aparición de vertidos ilegales, según Lissavetzky.
Para acabar con este problema, “que puede incluso ser constitutito de delito ambiental”, los socialistas plantean tres medidas: explicaciones sobre el origen de los vertidos de Nuestra Señora de Valverde y por qué no se han retirado; operación de limpieza de la zona con carácter inmediato, y la puesta en marcha de un plan para erradicar los vertederos ilegales.
