Estas obras han desatado una importante polémica entre los vecinos; el primer trazado programado fue el que obligaba a la reconstrucción del Colegio Mirasierra. Tras numerosas manifestaciones y movimientos de alumnos, padres y profesores, se desestimó este recorrido. El colegio no se tocaría.
El segundo trazado posible, según ha explicado Berta, pasaría bajo el campo de fútbol que hay frente a la Clínica Ruber. Esta ha alegado que las posibles vibraciones que produciría el paso del túnel por esa zona, podría alterar algunas de sus máquinas, que son muy sensibles. “Cuando la verdad es que la clínica está en negociaciones para apropiarse de ese solar y construir en él un parking, por lo que no les beneficiaría el paso del túnel por allí”, sigue Berta.
“Al final, por motivos políticos, no se hizo el primer trazado; el segundo, por motivos económicos, y se hace éste, que es el más caro, el que más afecta a las viviendas, y además, sin avisar a los afectados”.
La preocupación de estos vecinos afectados ha hecho que se hayan movilizado desde diciembre de 2009, fecha en la que se enteraron de que el trazado iba a pasar justamente por debajo de sus casas, a una proximidad de no más de 5 metros. Eso sucede en casa de Berta y de algunos vecinos más, debido a las peculiaridades del terreno, que cuenta con cuestas pronunciadas. Han hablado con Jesús Trabada, consejero de Mintra, quien no les ha podido ofrecer ningún otro trazado alternativo. “Nos dijo que iba a hacer un estudio de vibraciones y mediciones acústicas, pero aún estamos esperando”, se queja Berta. Estos vecinos no entienden cómo al final se hace un trazado más costoso, y en el que salen afectados más vecinos. Al atravesar casas, “hay muchas zonas en las que no van a poder utilizar la tuneladora, porque se llevaría todo por delante, así que lo van a tener que hacer con otras técnicas más costosas”.
Saben que el asunto es complicado, las obras ya han comenzado, y parece que nadie les tiene en cuenta. Han mandado cartas a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento; todas sin respuesta. “Aquí están mis ahorros, y también es una inversión para el futuro. Elegí esta zona por su tranquilidad, no contaba con sentir las vibraciones del metro cada 2 minutos; no sé qué podemos hacer”, concluye.