Las asociaciones vecinales del distrito se reunieron el pasado 6 de junio en la Mesa de la Movilidad donde reclamaron que la calle Ginzo de Limia no se transforme en una vía rápida y su velocidad máxima se sitúe en 30 kilómetros por hora. Además, rechazaron el proyecto del Ayuntamiento que según Carmen Espinar, presidenta de la Asociación de Vecinos La Flor, pretende ampliar la vía hasta dejarla con “dos carriles por sentido”, uno más que ahora, para lo que se eliminarían “zonas verdes y aparcamientos”.