Ocurrió el mes de julio del pasado años en uno de los parques del distrito, concretamente, en el que se ubica en las inmediaciones de la calle Santa Virgilia. Un niño de unos 12 años de edad resultaba herido de gravedad al caerle encima una de las porterías.
Un año después, varios usuarios de las instalaciones denunciaban que el soporte trasero de una de ellas volvía a estar suelto en la parte más cercana al suelo. En este estado, la portería pierde parte de su estabilidad. Además, el soporte, que está ahí para mantener unas redes inexistentes, deja de tener utilidad y se convierte en un factor peligroso.
Hoy ya se ha vuelto a subsanar el problema y las instalaciones de-portivas del mencionado parque no presentan ninguna irregularidad. Los pesados hierros se encuentran sujetos al suelo, al menos hasta que los balonazos desestabilicen las endebles sujeciones que hacen de base de las dos porterías y éstas vuelvan a dar otro susto.
