El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche es noticia de nuevo. En este caso, por unos incidentes ocurridos el pasado 10 de marzo, en los que varios internos quemaron algunos objetos, y anunciaron una posible huelga de hambre para protestar por un supuesto “trato vejatorio” que, según las familias de estos internos, sufren en dicho centro.
Desde la Jefatura Superior de Policía, a pesar de que se quiere quitar importancia a estos hechos de protesta, reconocen que ésta es una situación atípica.
Por parte de los internos, estos actos son la forma de denunciar una serie de aspectos que no aguantan más. El tiempo de estancia en el centro es, para ellos, excesivo, y eso hace que los internos se acumulen, llegando al hacinamiento. “Son demasiados los que viven allí, y no salen tantos como entran”, explica uno de los familiares. Otra de las denuncias hace relación al estado de aislamiento que sufren. Según han explicado algunos familiares, reciben muy poca información sobre cómo están los internos en el centro. Las visitas diarias son de 15 minutos, pero para poder disfrutar de ellas tienen que esperar largas colas que duran horas.
El trato de los inmigrantes en el centro también ha sido denunciado en numerosas ocasiones, incluso en abril de 2008 protagonizaron una huelga de hambre. Este último acto de protesta se ha producido por un supuesto maltrato por parte de algunos agentes de Policía a un inmigrante que iba a ser deportado.
Un hecho que ha sido negado por la Jefatura de Policía, gremio que también ha denunciado las situaciones que viven en el centro. La Unión Federal de Policía (UFP) ha pedido un incremento de la seguridad y de efectivos en el CIE; creen que los actuales son pocos para los 280 internos. “Está claro que Aluche es un destino de castigo; muy pocos quieren trabajar allí”, han afirmado desde la UFP.
