Las obras de pavimentación de la A-5 entre la Avenida de Por-tugal y las inmediaciones de la calle Ceferino Ávila, que tienen un plazo de ejecución de dos meses y para las que se emplearán 41.000 neumáticos para pavimentar una superficie de 90.925 m2, comenzaron la madrugada del pasado 14 de septiembre aunque con cierto retraso ya que a principios de verano el Ayuntamiento de Madrid anunciaba que estas obras se realizarían a finales de agosto o a principios de septiembre. En este sentido la AA.VV. de Aluche considera que esta carretera se tenía que haber asfaltado en el mes de agosto cuando “la mayoría de gente está fuera de la ciudad”. A su vez, otra asociación de vecinos de la zona, la AA.VV. Casa de Campo-Batán también se muestra contraria ante como se están llevando a cabo estas obras. Considera que “son una tomadura de pelo”, ya que la pavimentación de la A-5 “tan sólo reducirá el ruido de 3 a 5 decibelios, cuando los vecinos soportan ruidos de hasta 85 decibelios, casi 30 más del máximo permitido”, siendo el objetivo de la obra, como ha confirmado el propio Ayuntamiento, reducir el impacto acústico producido por la rodadura del tráfico. Aunque, por otra parte, para no causar demasiadas molestias a los vecinos las obras se realizarán de domingo a jueves en horario nocturno, entre las 23:00 y las 06:00. Además, la A-5 tiene cuatro carriles por cada sentido y se trabajará so-bre dos de ellos, dejando los otros dos abiertos al tráfico.
Reivindicaciones
La AA.VV. Casa Campo-Batán pide al Consistorio que “reduzca a 50km/hora la velocidad máxima permitida e instale semáforos en los cruces”. De esta manera, los niveles de contaminación acústica que superan los índices recomendados por la Organización Mundial de la Salud y por la Ordenanza del ruido de la capital se reducirán y mejorarán la vida de los 8.000 vecinos del Pº de Extremadura.
