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Dimiten nueve miembros del consejo ciudadano de Podemos

Nueve miembros del consejo autonómico de Podemos abandonaron sus cargos, dos días después de la dimisión del secretario de organización, Emilio Delgado, por la «paralizante ausencia» de la dirección política del partido en la región. Según una carta difundida por ellos mismos a través de las redes sociales, los miembros de Podemos que han dimitido como consejeros ciudadanos son Olga Abasolo, Loreto Arenillas, Jazmín Beirak, Sarah Bienzobas, Cristina Castillo, César Mendoza, Pablo Padilla, Clara Serra y Leticia Sánchez, considerados próximos al secretario político de Podemos, Íñigo Errejón.

Todos ellos, en un escrito común, aseguran que su dimisión se debe a «la deriva de los últimos meses» y niegan que tenga relación alguna con «supuestas divisiones ficticias» estatales.

«Lamentamos profundamente tener que tomar la decisión más amarga de los últimos tiempos», escriben los nueve miembros de Podemos en una carta conjunta con la que dejan el Consejo Ciudadano, compuesto por 34 personas más el secretario general, Luis Alegre, próximo al líder de la formación, Pablo Iglesias.

Los hasta hoy miembros de la dirección de Podemos en Madrid aseguran estar implicados en la formación desde los comienzos y seguir «comprometidos con los principios, los valores y la acción política de un proyecto que se ha consolidado como la mejor herramienta para recuperar las instituciones» y cambiar el país.

Además de estos nueve dirigentes y de Emilio Delgado, otros dos miembros del consejo ciudadano dimitieron previamente, con lo que en total se han marchado 12 dirigentes desde su constitución. Según los estatutos de Podemos, los órganos directivos decaerían automáticamente si dimitiesen la mitad más uno de los miembros (17).

En la misiva, circunscriben las «diferencias» a la dirección política de la Comunidad de Madrid -en referencia a Luis Alegre-, unas divergencias que, según aseguran, no ponen en duda el «compromiso» con el proyecto ni tienen relación con los enfrentamientos de dimensión estatal, que ellos niegan.

«Algunos intentarán utilizar este acto y nuestras palabras para hablar de división en Podemos, pero lo único cierto es que somos una organización democrática y plural donde toda discrepancia entre compañeros es pública y perfectamente normal», remarcan en su escrito. Todos ellos aseguran que siguen trabajando en los muchos espacios del partido donde sí pueden «aportar» su trabajo encaminado a «ganar el país para su gente».

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