La Policía Nacional ha detenido en Madrid a dos personas por colocar 104 «cepos» en cajeros automáticos de las comunidades madrileña y valenciana y que ocasionaron daños valorados en más de cuarenta mil euros, informa este Cuerpo. Con los dispositivos que los arrestados colocaban en las trampillas de los cajeros conseguían bloquear la salida del dinero y cuando la víctima abandonaba el lugar pensando que la operación había sido cancelada retiraban el «cepo» y se apoderaban del dinero.
Con este procedimiento llegaron a ocasionar los referidos daños por valor de más de cuarenta mil euros ya que para retirar el «cepo» debían forzar el expendedor de billetes. La investigación comenzó el pasado mes de abril cuando se interpusieron varias denuncias en las que se daba cuenta de la colocación de dispositivos para la retención del efectivo, conocidos como «cepos» o «arpones», en cajeros automáticos de las comunidades de Madrid y Valencia.
En el domicilio de uno de los detenidos los agentes intervinieron material para la elaboración artesanal de «cepos», útiles para la falsificación de tarjetas bancarias y prendas que los detenidos vestían en el momento de los hechos. Los arrestados actuaban siempre empleando el mismo método, de tal forma que aprovechaban la apertura de la trampilla del cajero tras realizar ellos mismos reintegros de dinero con un importe mínimo y en ese momento colocaban el «cepo», que quedaba encajado en el dispensador.
La investigación, que continúa abierta, ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Madrid en colaboración con la de Valencia. La Policía aconseja observar el cajero antes de realizar cualquier operación de reintegro de efectivo especialmente la parte superior, el teclado, la ranura para la tarjeta y el dispensador de dinero y que si se detecta algo extraño se llame al teléfono 091. Si la operación parece que se ha realizado satisfactoriamente y no se obtiene el dinero sugiere comprobar que la salida del efectivo no está bloqueada y si se sospecha que puede estarlo llamar al 091 y permanecer junto al cajero hasta la llegada de la Policía. También recomienda cubrir con la mano el teclado cuando se introduzca el código de acceso de la tarjeta, no aceptar ayuda de nadie cuando se realicen operaciones y extremar las precauciones cuando se utilicen cajeros fuera del horario de apertura de las sucursales bancarias.
