El portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky, estima que “han saltado todas las alarmas” tras la última reunión del consejo de administración de la Empresa Municipal de Transporte (EMT). En su opinión, la situación es tal que es momento de instar a que los madrileños “salvemos a la EMT”. Según ha expuesto el portavoz, esta emblemática empresa pública puede acabar desmantelada o privatizada por la pésima gestión que ha realizado el Ejecutivo de Ana Botella: “La alcaldesa recibió una empresa en superávit y la ha condenado al déficit, poniéndola en riesgo. Ahora, pretende que sean los ciudadanos y, especialmente, lo trabajadores quienes paguen sus errores”, sentenció.
Tras la reunión que Lissavetzky y la concejala Ruth Porta han mantenido con el comité de empresa, el portavoz ha anunciado que el PSOE presentará una proposición en el próximo Pleno del Ayuntamiento para que el equipo de Gobierno “dé vuelta atrás y tape el agujero que él mismo ha generado”, además de “blindar el carácter público” de esta empresa con 60 años de historia.
Al igual que ocurre con el servicio de limpieza, el Ayuntamiento carga las consecuencias de su gestión sobre los ciudadanos, reduciendo la calidad del servicio, y sobre los trabajadores, con potenciales reducciones salariales y despidos. “Es más, si a finales de 2014, las cuentas de la EMT no están a cero o en números positivos, puede desaparecer o acabar privatizada en aplicación de la reforma local que ha impulsado el PP”, denuncia Lissavetzky.
Pérdidas en el último ejercicio
Estima el portavoz del PSOE que la regidora “no parece muy interesada” en la situación de la empresa pública, de la que es presidenta, a juzgar por su actitud. No asistió a la mencionada reunión del consejo de administración, que decidió importantes recortes, y tampoco se le ha visto o escuchado defender la compañía que preside ante el Consorcio Regional de Transportes.
Lissavetzky ha expuesto que, en el último ejercicio, la EMT cerrará con pérdidas por valor de nueve millones de euros. Lejos de buscar soluciones que fomenten el uso de transporte público, el Consistorio ha pretendido subsanar la situación deficitaria con la venta de parcelas que nadie compra. “Ya van por la cuarta subasta”, ha apuntado el portavoz.
De hecho, ha concretado Ruth Porta, esta situación de pérdidas no se debe al servicio que presta la empresa, sino a las decisiones poco acertadas que ha tomado el equipo directivo en cuestiones como la explotación de la publicidad, “que arroja pérdidas de casi 8 millones de euros”, y a los “graves errores en las estimaciones del mercado inmobiliario a la hora enajenar determinadas parcelas”.
La proposición que presentará el PSOE contempla que el Ayuntamiento emplee parte de los 130 millones de euros que le ha reportado la venta de su participación en Metro de Madrid en salvar a su propia compañía de transporte público, la EMT, considerada la ‘empresa estrella’ del Consistorio. Asimismo, plantea la elaboración de un plan económico-financiero para 2014 y 2015 –esto es, hasta las siguientes elecciones municipales- que asegure el mantenimiento de la plantilla y de los sueldos convenidos.
