Según ha informado hoy Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior y dirigido por Mercedes Gallizo, un funcionario de la cárcel de Soto del Real ha sido expedientado por vender alcohol a presos en la cárcel. Además, otro encargado de prisiones ha sido denunciado por facilitar un móvil a los internos.
El primero de los casos tuvo lugar en febrero de 2008. El departamento estatal investigó a un funcionario por introducir botellas de alcohol a los reclusos de esta prisión, por lo que fue apartado y expedientado.
El segundo caso ocurrió un año después, a principios de 2009. Instituciones Penitenciarias detectó que otro funcionario introducía móviles a internos, después de descubrir que uno de ellos tenía escondido uno de estos aparatos. Por ello, remitió el caso al Juzgado. Una vez éste falle, el departamento estatal tomará las sanciones disciplinarias correspondientes.