Los hechos se produjeron el pasado mes de junio, cuando a los agentes del Seprona les llamó la atención de la excesiva carga de un vehículo que circulaba en la M-301.
Los efectivos identificaron a sus ocupantes y procedieron a inspeccionar el vehículo, hallando en el maletero del mismo varias baterías de plomo de color azul con las numeraciones rayadas. Éstas suelen ser utilizadas por los servicios de telefonía, por lo que se realizaron gestiones de comprobación con personal de diferentes compañías. Así, el pasado 12 de junio se localizó a una empresa que reconoció «inequívocamente las baterías como suyas, y que coincidían en tamaño e inscripciones con las que habitualmente utilizan en estaciones base, relacionándolas con varios robos que han sufrido en la última etapa en sus instalaciones”.
Tras comprobarse que eran baterías robadas, se abrió una investigación a una persona por un presunto delito de receptación, tratándose en este caso del responsable de un centro de recuperación de metales.