El portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha resumido hoy la respuesta de la alcaldesa de la capital, Ana Botella, a la carta que le envió, en acuerdo con los padres y docentes afectados, para pedirle que reconsiderara la extensión de la prórroga por un año más de los proyectos educativos en 18 escuelas infantiles de la ciudad, gestionadas por cooperativas y empresas de la Economía Social. Lissavetzky ha apuntado que, en su respuesta, Botella “miente” al señalar que los nuevos pliegos de condiciones para adjudicar la gestión de estos centros municipales no varían respecto a los criterios de 2009. “Como se ha comprobado en los pliegos ya publicados, la oferta económica gana peso respecto de la oferta educativa, con todas las consecuencias que ello implica”, ha apuntado.
Lissavetzky ha acompañado a madres, padres y docentes de la escuela infantil “Las Nubes”, en una rueda de prensa en la que han denunciado que la única respuesta de los gobiernos de las administraciones públicas madrileñas ha sido la indiferencia. En el Ayuntamiento, IU y PSOE han presentado una proposición conjunta en el Pleno en este sentido, entre otras acciones. El portavoz del grupo socialista envió una carta a la alcaldesa, aconsejándole prorrogar los contratos a los actuales equipos y primar el proyecto educativo sobre el coste económico, pero los pliegos de condiciones van en la dirección contraria, “aunque la carta de respuesta de Ana Botella diga que los nuevos requisitos son los mismos que en 2009. La alcaldesa está mintiendo”, zanjó el concejal del PSOE.
“¿Por qué ocurre esto? Porque invierten menos dinero en las escuelas. Por ejemplo, la aportación municipal en “Las Nubes” baja un 49% respecto de 2009. Se han gastado el dinero en otras cosas, como los 500 millones del Palacio de Cibeles”, señaló Lissavetzky.
A su juicio, que la oferta económica pese más abre la puerta a que grandes empresas dedicadas a otros sectores como la construcción y que responden a “la lógica del beneficio” tengan mayores posibilidades de aspirar a gestionar estos centros, presentando ofertas económicas más bajas que las cooperativas de profesores y empresas de la economía social que actualmente las gestionan.
Opina el portavoz socialista que esta situación resulta un “contrasentido”. “La educación infantil está directamente relacionada con la trayectoria futura del escolar. Hay que apostar por cosas que funcionan bien y estos equipos lo han demostrado. Como dicen los padres, está en juego la felicidad de saber que sus hijos son protegidos y enseñados con proyectos que priman la calidad educativa”, apuntó.
Lissavetzky reiteró la disposición del grupo municipal socialista a seguir apoyando a los padres y profesores y anunció que un Gobierno progresista en la ciudad cambiaría de inmediato la correlación entre oferta económica y educativa de los actuales pliegos.
