Nueve de cada diez actividades económicas podrán abrir en la ciudad de Madrid sin necesidad de licencia, frente a las 7 de cada 10 que lo hacen en la actualidad. La Junta de Gobierno acaba de aprobar la modificación, de manera inicial, de la Ordenanza que establece el régimen de gestión y control de las licencias urbanísticas de actividades (OGLUA). Con este cambio será suficiente con una declaración responsable que, una vez presentada oficialmente a través de la entidad colaboradora, permitirá o bien su ejercicio o bien el inicio de las obras.
El Gobierno de Ana Botella simplifica 16 procedimientos, que pasan de ser implantación de actividad a comunicación. En un principio, la modificación de la normativa afecta al comercio minorista, pero queda abierta para que el Ayuntamiento de Madrid pueda extenderla a otras actividades económicas.
La reforma de la Ordenanza no implica una permisividad en el cumplimiento de la normativa. Al contrario, exigirá al Ayuntamiento un mayor esfuerzo en la aplicación de medidas correctoras en los locales incumplidores para que en ningún caso se perturbe la convivencia y la calidad de vida de los ciudadanos. Y se intensificarán las inspecciones y la labor de los servicios municipales de disciplina urbanística y de potestad sancionadora para que el infractor cumpla de manera inmediata la legalidad. El control del Ayuntamiento conllevará la imposición de una sanción por una declaración responsable no ajustada a la legalidad que, según el texto que se tramita en la Asamblea de Madrid, está calificado como muy grave.
Simplificar trámites
La OGLUA regula también las transmisiones de licencias de actividades, simplificando su tramitación en la línea de las declaraciones responsables. Esta modificación de la normativa es el comienzo de más cambios en otras ordenanzas municipales, así como de la revisión del Plan General en todo aquello que pueda suponer una traba para la activación económica y la creación de empleo.
En definitiva, el propósito es que emprender una actividad en la ciudad de Madrid no sea una carrera de obstáculos.
Entre los cambios previstos en la OGLUA destacan:
– Liberación de usos y actividades dentro del mismo uso en el Plan General, así como la regulación pormenorizada de las normas zonales.
– Se eliminará la limitación de la venta de productos alimenticios en función de la superficie del local.
– Simplificación de determinadas exigencias para la implantación de algunas actividades como centros de estética y peluquerías.
– Reducción de los trámites necesarios para abrir un bar o una cafetería, que ahora requiere hasta tres expedientes distintos: la licencia urbanística, la de funcionamiento y la autorización de terraza de veladores. En estas actividades habrá que variar la normativa de la Comunidad correspondiente.
– Permitir el ejercicio de distintas actividades o la implantación de actividades novedosas (no reguladas hasta entonces) en un local –siempre y cuando se cumpla la normativa general– e, incluso, facilitar que tengan horarios distintos para cada una de ellas.
El Ayuntamiento impulsará también las modificaciones necesarias en el ámbito estatal y autonómico para reducir trabas burocráticas siempre que no incidan en materia de medio ambiente, de protección al patrimonio y seguridad de las personas. Por ejemplo, estudiará proponer cambios en la normativa de espectáculos y actividades recreativas en la Ley de Evaluación Ambiental, en el Código Técnico de la Edificación y en la Ley de Capitalidad, entre otras.
